«La prudencia fiscal significa gastar sabiamente, reduciendo la basura, recolectando los impuestos suficientes para pagar los bienes públicos y servicios que queremos, conservando los presupuestos en un relativo balance en el tiempo, y manteniendo la deuda a la baja, al menos durante temporadas razonablemente buenas.»
Alexander Himelfarb (1947- ) Académico y alto funcionario canadiense-alemán.