«En 1994, Estonia se convirtió en el primer país europeo en adoptar un impuesto de tasa única, y su tasa del 26 por ciento dinamizó drásticamente una economía que se había tambaleado. Antes de adoptar el impuesto de tasa única, la economía estonia estaba literalmente en contracción. En los ocho años posteriores a 1994, Estonia experimentó un crecimiento económico real, de un promedio del 5,2 por ciento anual.»
Arthur Betz Laffer (1940- ) Economista, autor y consultor estadounidense.